lunes, 16 de febrero de 2015

De Pulgarcito a Pinocho

Guillermo Bustamante Zamudio
Universidad Pedagógica Nacional
(Colombia)

Estamos acostumbrados a esos cuentos en las vestiduras [...] que llevan en nuestra época. Pero, en el fondo, ¿qué sentido tuvieron en su propia época?

Marc Soriano


Resumen


La infancia, como período durante el cual se adolece de atributos que van a ser aportados por la escuela, es un producto de la modernidad. Esta idea se ilustra en el artículo mediante la comparación de dos cuentos populares: Pulgarcito y Las aventuras de Pinocho. Pulgarcito, en el siglo XVII (aunque es una tradición anterior), tiene potencialidad, resuelve su conflicto con ingenio, y se enfrenta de igual a igual con los adultos, en un contexto donde la escuela no juega papel alguno. Por contraste, Pinocho, a finales del siglo XIX, es un muñeco ingenuo, torpe, ocioso, mentiroso y grosero que, para salir de ese estado y ganar el estatuto de niño, debe aceptar una ausencia de iniciativa y sujetarse al dispositivo de la escuela.


Introducción


Estamos inclinados a considerar como natural lo que nos causaría displacer aceptar como construido. Esta idea —paráfrasis de una afirmación de Freud[1]— viene al punto para ejemplificar una tensión en los enunciados sobre la educación, según reivindiquen el “deber-ser” (puesto en el costado de lo “natural”), o lo evadan (actitud que abre la posibilidad de toparse con la construcción social).
Quienes requieren el deber-ser para poderse desplegar, lo hacen de forma explícita o implícita:

·           Explícita, con mucha frecuencia en los discursos propios de un contexto educativo dominado por la ceremonia: una alocución inaugural, la proclamación de objetivos para una institución escolar, un plan de desarrollo, un programa, etc. En tales contextos, parece obligatorio hablar de cierta manera; la situación dicta las frases, el vocabulario está restringido a una cornucopia que no representa la abundancia, sino —paradójicamente— la escasez. Basta con decir ciertas cosas, de cierto modo, para que quienes están ahí con el fin de hacer existir ese discurso reconozcan al emisor como uno de los suyos (¡y pensar que entre las pocas cosas que se mencionan está la de la “autonomía”!).
·           Implícita, sobre todo en textos un poco más elaborados (hasta pueden llevar el nombre de “investigaciones”) pero conducentes a igual horizonte: la educación debe ser de tal y de tal forma; o, lo que es lo mismo: no debe ser ni así, ni asá.

La crítica a esta posición no está basada en una negativa a tener propósitos. Al contrario, tal vez nada se emprendería en su ausencia. Pero enarbolar ideales inspirados en móviles sin aparentes resquicios morales, es distinto a proponerse algo en función de conocer sus condiciones de realización. Quien está iluminado por las aspiraciones más puras no considera necesario estudiar en qué contexto son realizables y, entonces, lo enunciado como bueno sustituye la demostración y la construcción de lo posible.
De otro lado, están los trabajos (más escasos) que no requieren el deber-ser para desplegarse. Basil Bernstein es uno de los autores que obra bajo tal condición. Por eso, una de las pocas veces que se pronuncia en ese sentido, afirma: «Una recomendación para un sistema educativo es que sus resultados sean relativamente impredecibles». Es decir, cuando parece enunciar un ideal, habla en términos de incertidumbre: en lugar de resultados predecibles (o sea: objetivos, propósitos, misión, visión, etc.), tenemos el reconocimiento del valor de lo eventual. En esta misma dirección están los trabajos sobre la historia de la práctica pedagógica en Colombia, que, de un lado, reconocen no tener mucha capacidad para referirse al futuro, dada la importancia otorgada a la contingencia; y, de otro lado, se ocupan de períodos sobre los que es posible tomar, aunque sea, una mínima distancia temporal. Esta distancia permite ver los procesos no a la manera de la implicación necesaria de los antecedentes (ni, menos, de los propósitos), sino como los caminos trazados por la compleja articulación de lo que pugna por existir. Así, pongamos por caso, las relaciones efectivas entre los medios de comunicación y la escuela en Colombia, durante el siglo XX, se revelan distantes de los prejuicios y del deber-ser enunciado desde la escuela en su momento; se trató, más bien, de una serie inmensa de factores, uno de los cuales, pero sólo uno, estaba constituido por esas posiciones [Álvarez, 2003].
En el marco de esta perspectiva se ubican los trabajos de Philippe Ariès, particularmente sobre la infancia. Este autor encontró que, a partir de determinado momento, los niños dejan de ser pintados como adultos en miniatura y comienzan a ganar particularidad. Para él, la infancia es un “invento” (un efecto) más o menos reciente y, así producida, viene a ser aquello de lo que se ocupa la escuela, en dos sentidos: atenderla —que es el más evidente— y, sobre todo, hacerla existir, inventársela en cada momento. A su vez, en tanto producto, la infancia le da sentido a la escuela, la hace existir, le da razón de ser. Sin una, no hay la otra.
Esto contrasta con la “percepción inmediata”: según una primera impresión, de un lado, la infancia sería algo objetivo: está allí, siempre ha sido así y siempre lo será, y se la reconoce bajo las ideas de desvalimiento, carencia, latencia, etc.; y, de otro lado, la escuela sería un dispositivo necesario, natural y, en consecuencia, eterno. Quien obra bajo esta percepción, se autoriza a decir cómo “deben ser” las cosas con los niños en la escuela. Pero, de esta manera, la “percepción inmediata” se revela poco perceptiva y bastante mediada: es ya el producto de una fuerte mediación de discursos y prácticas que han producido el hecho de una ilusión (no al contrario), que han logrado cierta hegemonía a lo largo de un extenso período. Quien está advertido de esto no puede decir “deber-ser” y, entonces, intenta una explicación de cómo se han construido esos hechos.
Pues bien, me quiero apoyar en algunos de los hallazgos de esa tendencia para rastrear las ideas de infancia y de escuela en la literatura, tal como Philippe Ariès lo hizo en la pintura. Para comenzar esa investigación, aquí haré una somera lectura de dos cuentos muy populares: Pulgarcito y Las aventuras de Pinocho.


Pulgarcito


Pulgarcito forma parte de una serie de relatos populares (franceses, célticos e italianos), transmitidos de generación en generación, sobre los que hay múltiples versiones y varios trabajos de recolección, no exentos de aditamentos y supresiones. Otras “transcripciones” de la historia, como la de los hermanos Grimm, por ejemplo, dan como resultado una anécdota muy distinta. En el presente escrito hablaremos del Pulgarcito que encontramos bajo la rúbrica de Charles Perrault, sin olvidar que hay una disputa al respecto [Cf. Soriano, 1968][2], y que el relato es anterior al período vivido por el autor francés (1628-1703). La historia apareció por escrito en un libro de varios cuentos que, según un cronista de la época, tienen por autores «[...] un número infinito de padres, madres, abuelas, gobernantas y grandes amigas, que quizá desde hace más de mil años, pujando los unos con los otros, han agregado muchas agradables circunstancias que después permanecieron, mientras que todo aquello que estaba mal pensado ha caído en el olvido» [citado por Soriano, 1968:29]. Vamos al cuento.
En casa de Pulgarcito «eran muy pobres y sus siete hijos los empobrecían más» [157]*. Para aquel momento, se tenían muchos niños, de los cuales sólo algunos sobrevivían: abundaba la muerte infantil por hambre y enfermedad; por eso no era extraño hallar las prácticas de entrega, venta y abandono de niños. Hoy, en cambio, «haber limitado la mortalidad infantil, nos obliga a la máxima reserva en la concepción de hijos, de suerte que en el conjunto no criamos más niños que en las épocas anteriores al reinado de la higiene» [Freud, 1929:87].
Los padres de Pulgarcito se encuentran en un límite no infrecuente para la época: ya no pueden alimentar a sus hijos; entonces, discuten sobre el destino que han de darles. Con el razonamiento de hoy, bajo la lógica de nuestro deber-ser, resulta inimaginable la decisión: «el hambre fue tan grande, que aquella pobre gente decidió deshacerse de sus hijos» [157]; resuelven dejar a los niños en el bosque, porque de ese modo podrían hallar, por azar, alguna solución. Y, efectivamente, en cierto momento del cuento encuentran una vivienda donde una señora los atiende... pero eso es después y no está desprovisto de problemas. Volvamos atrás.
La decisión de “dejar” a los hijos en el bosque (la palabra “abandonar” tal vez no tenía la misma connotación que hoy) no está acompañada de remordimiento. Si bien la madre se resiste al comienzo, «después de considerar lo doloroso que sería para ella verlos morir de hambre, consintió y, llorando, fue a acostarse» [157]. Con la perspectiva de hoy, hablaríamos de un acto criminal; esos padres podrían ir a la cárcel. Y si no hay remordimiento, uno pensaría la presencia de alevosía, de perversidad. Pero ni una cosa ni otra: los padres están pensando en el bien de sus hijos; ojalá encuentren, por azar, algo mejor al destino anunciado en el hogar, o sea, la muerte por hambre. En el bosque, a lo sumo podría suceder lo mismo. En consecuencia, la decisión es práctica y moralmente buena.
Si los padres pensaran en los niños como carentes, no los dejarían alejarse hacia el bosque. Más bien reconocen en ellos algo de la potencialidad del adulto, y por eso se autorizan a librarlos a semejante albur. Lo veremos hacia el final: la buena salida está justo del lado del trabajo infantil... otro asunto rechazado hoy de forma estereotipada, como si fuera algo malo per se. Llegaremos a ese punto del relato.
Todo sería una típica anécdota de la época, si no fuera porque Pulgarcito oye la conversación de los padres y, entonces, introduce la complicación típica gracias a la cual cambiarán algunos roles, se requerirá la cualificación de algunos actores, las acciones se dirigirán a la conjunción con cierto objeto, etc. Pulgarcito escucha el plan y, sin embargo (dicho en la lógica de hoy), no esgrime los derechos del niño (algo impensable por aquel entonces), no acusa a los padres ante autoridad competente; más bien sale muy temprano y consigue pequeñas piedras con las cuales marcará el camino de ida, con el fin de convertirlo en camino seguro de retorno. La estrategia del pequeño funciona.
Mientras los niños están en el bosque, el señor del pueblo manda a la familia diez escudos que les debía; la madre compra más comida de la necesaria y, cuando lamenta no poder usar el excedente, los niños retornan. Y, como si hubiera habido pérdida accidental y no abandono deliberado, todos se ponen contentos. El azar parece regresarlos al seno de la familia, signo de unión y de bondad, y pasan a los detalles: «y tú, Pedrito, cómo te has puesto de barro» [161].
Ahora bien, las condiciones adversas no han dejado de estar ahí: «la alegría duró lo que duraron los diez escudos» [162]. Así, en cuanto gastaron el dinero, «volvieron a caer en su primera aflicción y decidieron abandonarlos de nuevo y, para no errar el golpe, llevarlos mucho más lejos que la primera vez» [162]. Quizá tengan suerte en el bosque y encuentren la manera de hacer fortuna. El último pedazo de pan es el único alimento con que contarán los niños. Pulgarcito ha vuelto a escuchar, pero esta vez la puerta está con llave y no puede hacer su recolección. Entonces decide aplicar la misma estrategia con su ración de pan. El sendero de piedritas es un plan inteligente, propio no de un niño carente, necesitado de la escuela para ser capaz, para saber qué hacer en la vida cuando sea grande. Es el más pequeño y ya sabe qué hacer. El camino de migas de pan es, por su parte, una muestra de recursividad. Pero otro azar va a dejarlos ahora sí ante lo impredecible: los pájaros se comen las migas. El camino de vuelta será largo.
Los niños llegan con dificultad a una casa y les abre una mujer, de aspecto bondadoso; tras ciertos trámites y aclaraciones, los hace seguir y les ofrece cobijo... Hasta aquí, la historia le da la razón a la medida extrema de los padres. Mas en esa vivienda habita un Ogro, lo suficientemente bueno como para haber conquistado una mujer y haber tenido siete niñas. Un ogro, es decir, según las mitologías de los pueblos del norte de Europa, un gigante que se alimenta de carne humana. El monstruo descubre a los niños gracias a su olfato, pero la mujer lo convence de no comérselos en ese momento, pues acaba de tomar su cena. O sea, tampoco es una mujer con muchos reparos a los hábitos caníbales de su esposo; y no por inmoral, sino, con toda seguridad, por ser una mujer de su época.
En una medida de prevención, Pulgarcito cambia los distintivos de las niñas por los de él y sus hermanos. El Ogro, un poco ebrio e inquieto durante la noche por la falibilidad del banquete con el cual piensa agasajar a sus amigos, se levanta y, verificando a oscuras los distintivos, degüella a sus hijas sin saberlo. Concilia el sueño, y los niños, a su vez, huyen.
A la mañana siguiente, comprobando el engaño, el Ogro recurre a sus botas mágicas, botas que avanzan siete leguas (más o menos 39 kilómetros) a cada paso, que saltan ríos y montañas como si tal cosa. Les da alcance, pero no los ve, pues ellos están escondidos en una roca hueca. Como el uso de esas botas produce agotamiento, se detiene a descansar, justamente encima de la roca, y se queda dormido. Con sigilo, Pulgarcito envía a sus hermanos a la casa de los padres (la cual se halla cerca), y hurta las botas que —encantadas como están— se agrandan o achican, según la pierna de quien las calza.
El niño no tiene igual fuerza que su enemigo, no tiene igual tamaño, pero sostiene una lucha entre iguales y vence. Si el Ogro hubiera ganado, no podría acusárselo de actos violentos contra menores; además, acostumbra comer niños: él (y no Pulgarcito por el hecho de ser niño) es quien tiene ganado un derecho... que no resulta tan malo, ni tan raro, cuando sabemos de padres (ahí están de ejemplo los de nuestro cuento) que “acostumbran” dejar niños abandonados en el bosque donde, entre otras cosas, está el riesgo de que un Ogro hambriento se los coma. Y no necesariamente es éste un desalmado: «aunque se comiera a los niños pequeños, no dejaba de ser un buen marido» [171]. Además debe sostener la creencia en los Ogros, lo cual ayuda a los demás a poner las implicaciones de los propios actos del lado del otro.
Provisto Pulgarcito de las botas, se producen dos finales que lo alejan de casa. No se trata, sin embargo, de un acto de desamor para con los padres; sino de la búsqueda de la cualificación necesaria para regresar en un estado que varíe las circunstancias iniciales.
En el primer final, regresa a donde la esposa del Ogro, la engaña y se queda con sus riquezas; vuelve a casa de los padres, donde lo reciben con mucha alegría.
En el otro final, se va a la Corte donde se entera de una preocupación imperante: la suerte de los soldados, que batallan lejos. Pulgarcito se convierte en el mensajero real, muy bien recompensado por el Rey (realiza, además, otros trabajos de mensajería, especialmente para parejas). Con su fortuna, después de algún tiempo, vuelve a casa y comparte la buena suerte; en otras palabras, no había olvidado a sus padres, no hay rencor, pues el destino acaecido no fue vivido a modo de abandono. Ellos se alegraron de una manera que «no es posible imaginar» [172]. Compra cargos y vuelve noble a su familia, con una excelente posición en la corte. En otras palabras, el trabajo infantil soluciona al final el conflicto; y no parece algo inusual, pues al comienzo los padres habían comentado que los niños estaban muy pequeños para ayudarles a ganar dinero.

Nadie se lamenta de una larga descendencia
cuando todos los hijos tienen buena presencia,
son hermosos y bien desarrollados;
mas si alguno resulta enclenque o silencioso
de él se burlan, lo engañan y se ve despreciado.
A veces, sin embargo, será este mocoso
el que a la familia ha de colmar de agrados.


Pinocho


Desde 1881 hasta 1883, el Diario para los niños[3] publica, por entregas, la «Historia de un muñeco», firmada por Carlo Collodi[4]. En 1883, estas historias se reunirán en un volumen, llamado Las aventuras de Pinocho. Tal como ocurrió con las de Perrault, la de Pinocho también estaba inspirada en otra anterior: esta vez, una vieja leyenda toscana. Pero ahora no sólo se pasa de la palabra a la escritura; además, se la inscribe en otra época, pues tal vez es uno de los primeros en escribir de forma deliberada para niños: pensando en la psicología, las costumbres, y las maneras de hablar y las bromas que supuestamente les son propias.
Según cuenta el narrador, el carpintero Geppetto le pide al colega Cereza un trozo de madera para fabricar un títere. Cereza aprovecha para deshacerse de un leño parlante que lo tiene desconcertado. Estando aún sin labrar, Pinocho insulta a Geppetto; en medio de la fabricación, le saca la lengua, juega con su peluca... al punto que el viejo exclama: «¡No he acabado de hacerte y ya empiezas a faltar al respeto a tu padre!» [35]; y, una vez terminado, le patea la nariz, sale corriendo y termina haciendo recaer sobre el anciano carpintero sospechas de maltrato infantil[5], razón por la cual el carabinero se lo lleva preso.
En tres capítulos (de un total de 36), tenemos ya una aproximación a la infancia: necesidad de adiestramiento (lo cual contrasta con Pulgarcito, donde los niños se comportan de otra manera) y susceptibilidad de maltrato (mientras una sospecha manda a Geppetto a la cárcel, un abandono real de los hijos no le merece un castigo a los padres de Pulgarcito).
Luego atraviesa el bosque, sitio peligroso para los niños de esta época (sin embargo, lugar donde en época anterior se libraba a los niños a su suerte). Una vez en casa, el Grillo Parlante le advierte sobre la suerte de los muchachos que desobedecen a sus padres y abandonan por capricho la casa paterna [40]. A esto, Pinocho responde: «[...] si me quedo, me pasará lo que pasa a todos los demás chicos; o sea, me mandarán a la escuela y, por gusto o por fuerza, tendré que estudiar» [40]. La infancia queda definida, de entrada, frente a la responsabilidad que puede brindarle la escuela a un niño; por eso, Pinocho no tiene —como declara él mismo— ni pizca de ganas de estudiar y se divierte más persiguiendo mariposas, subiéndose a los árboles y robando nidos [40]; por eso, la escuela le da dolor en todo el cuerpo y siente ansias y calambres cuando se la nombran [161]. Pero, justo por esas mismas razones, no puede dejar de ser muñeco.
Geppetto regresa de la cárcel y Pinocho le promete ser muy bueno: «Os prometo que iré a la escuela, que estudiaré y destacaré» [56]. Geppetto le rehace los pies (quemados por una torpeza del muñeco) y Pinocho le anuncia: «Para recompensaros de cuanto habéis hecho por mí, quiero ir inmediatamente a la escuela» [57]. Como no tiene cartilla, el viejo la compra con el producto de la venta de su único abrigo, en pleno invierno; es decir, tenemos el sacrificio del adulto por el niño para que estudie (en contraste con la historia de Pulgarcito, en la que los sacrificados son los niños.).
Pinocho va hacia la escuela, pero como un niño “descontrolado”: «fantaseaba en su cabecita mil planes y mil castillos en el aire» [59]. De pronto, pífanos y tambores llaman su atención. «Para ir a la escuela siempre hay tiempo» [60], se dice, y dirige sus pasos hacia la fuente de la fanfarria; debe pedir ayuda a un niño para conocer el contenido de un cartel y enterarse de una presentación de sus semejantes, los títeres. Para entrar, pretende vender sus prendas al niño, pero éste ni se deja deslumbrar —pues tiene más juicio que Pinocho [61], ya que está escolarizado (sabe leer)—, ni le compra el libro, pues un niño juicioso nunca compra nada a los otros niños. No obstante, un ropavejero ha oído la conversación y le compra la cartilla.
Con su presencia, Pinocho forma un desorden en el teatro, pues los títeres olvidan su trabajo y se ponen a interactuar con él. Es capturado por el dueño, Comefuego, quien inicialmente piensa usarlo como leña, pero acaba por apiadarse de él, dada la conmovedora historia de Geppetto, y le regala 5 monedas de oro.
La zorra y el gato, experimentados timadores, codician ese botín; en tanto pillos, le señalan a la víctima los males producidos por el estudio (tal como, más adelante, harán sus malos compañeros de pupitre[6]). Los que no van a la escuela, han escogido un mal camino y por eso hablan mal de ella. La zorra y el gato le mienten: las monedas pueden sembrarse como las plantas y multiplicarse como los frutos. Es decir, pese a tener la solución de sus problemas en la mano, cae otra vez víctima de su “muñequeidad”, o sea, de la falta de escuela que le evitaría ser estafado. «No te fíes, chico, de esos que prometen hacerte rico en un abrir y cerrar de ojos» [80], le indica la sombra del Grillo Parlante, a quien aplastó luego de emitir sus primeros consejos... en vano, como ahora, pues, tal como hacen todos los muchachos sin juicio ni corazón, acabó sacudiendo la cabeza (“se alzó de hombros”, dice otra traducción) y se fue con la zorra y el gato [104]. Luego, sorprendido de no encontrar el árbol pletórico de monedas, un papagayo le explica el timo y agrega una moraleja de su propia cosecha, sobre la manera de ahorrar dinero honestamente [109].
De igual forma, cuando intenta robar un racimo de uvas, el dueño del viñedo lo sermonea («El hambre no es una buena razón para apropiarse de lo ajeno» [118]) y lo pone de perro guardián. Con el collar apretándole el cuello, exclama: «¡Por desgracia me está bien empleado! He querido ser un perezoso, un vagabundo... he querido hacer caso a los malos compañeros, y por eso me persigue siempre la suerte. Si hubiera sido un chiquillo de bien como tantos otros, si hubiera tenido ganas de estudiar y de trabajar [...]» [119]. El hada tampoco se ahorra su reconvención, cuando Pinocho no se quiere tomar un remedio, pese a haberse comido por adelantado el dulce ofrecido como recompensa: «Los chicos deberían saber que una buena medicina tomada a tiempo puede salvarlos de una grave enfermedad y hasta de la muerte» [98]. Un poco más allá, el hada lo deja rabiar para que «se corrigiera del feo vicio de decir mentiras, el vicio más feo que pueda tener un chico» [101]. Y, más adelante, lo previene de crecer ocioso, porque, cuando esté grande, ya no habrá remedio [142][7]. Y un poco más allá: «los chicos que no escuchan los consejos de quien sabe más que ellos, siempre se encuentran con alguna desgracia» [172].
En fin, toda la obra está caracterizada, como señala Gubern [2002:440], por una «obvia voluntad didáctica»[8]. Pinocho la sufre desde su posición: «[...] los chicos somos unos pobres desagraciados. ¡Todos nos chillan, todos nos reprochan, todos nos dan consejos! Si los dejáramos, a todos se les metería en la cabeza ser nuestros padres y nuestros maestros» [81].
Los adultos hablan como maestros y todo niño debe estudiar en la escuela; la infancia viene adherida a ella. Aunque sea un muñeco de madera, sus muestras de humanidad (hablar, llorar), justifican la idea de estar obligado a ir a la escuela, pese a poseer características propias de su otra especificidad. Su ser de muñeco parece explicar sus fracasos.
Pero el camino de Pinocho es de perfeccionamiento, tal como el conocimiento y los valores escolares lo prometen. Él mismo se propone como modelo para los niños: «¡Que al menos mi desgracia pueda servir de lección a todos los chicos desobedientes y que no tienen ganas de estudiar!» [195]; además, «de chicos de buen corazón, aunque traviesos y malcriados, se puede siempre esperar algo [...] se puede esperar que vuelvan al buen camino» [140-141].
Ante su deseo de ser un hombre, el hada le advierte que debe merecerlo[9]: «los chicos de bien tienen amor al estudio y al trabajo [...] dicen siempre la verdad [...] van de buena gana a la escuela» [140]. Al día siguiente, Pinocho entra a una escuela pública. Sin embargo, ello no le basta a Collodi para terminar sus sermones e introduce otra complicación: los malos estudiantes —molestos porque Pinocho se vuelve prolijo[10]— usan la debilidad de su compañero por averiguar la suerte de Geppetto y lo conducen a nuevas aventuras, al término de las cuales vuelve a exclamar: «¡Cuánto mejor si hubiera ido a la escuela! He querido hacer caso a mis compañeros y ahora lo pago» [159]; «[…] soy un pillo que siempre promete corregirse y no lo mantiene nunca» [166].
Y cuando ha mantenido su palabra durante un año y ha sido el más sobresaliente de la escuela, el hada le promete convertirlo en niño al día siguiente. Pero vuelve a caer: se va al País de los Juguetes, donde «no hay escuelas, no hay maestros, no hay libros» [173]. Este, en realidad, es el camino expedito a ser un burro: «está escrito en los decretos de la sabiduría —le dice una marmota— que todos los niños holgazanes, cuando se aburren con los libros, la escuela y los maestros, y pasan sus días entre juguetes, juegos y juergas, acabarán tarde o temprano transformándose en pequeños asnos» [187]... Y Pinocho se convierte, efectivamente en uno. Recordemos: es el calificativo propio de quien no acertaba en la escuela, y debía usar las orejas de burro, o el gorro con el letrero “burro”, según muestra la ilustración de nuestra Alegría de leer:
 














En tanto muñeco, Pinocho posee una identidad ambigua; es como un Adán detenido en el momento anterior al soplo que le insufló la vida. Pero mientras el muñeco de barro no ha requerido hacer méritos para pasar de barro a hombre, el hombrecito de madera sí.
Sin aceptar la escuela, Pinocho tampoco tiene conciencia y no será redimido de su situación de cosa, aunque aspire a ser un niño con infancia; se cree lleno de iniciativa (es decir, sin infancia), pero todo lo conduce al fracaso: «en la vida de los muñecos hay siempre un pero, que lo echa todo a perder» [169]. Durante la mayor parte del libro, está cometiendo trasgresiones, a causa de una ignorancia de la cual no tiene responsabilidad. Por eso, el Grillo Parlante es una “conciencia moral” exterior; en esa dirección, el crecimiento de la nariz a causa de las mentiras, así como su conversión en burro, cuando intenta evadir toda responsabilidad, materializan el castigo ejercido por el otro, cuando no hay un auto-control del sujeto, condición buscada justamente por la escuela.
Pinocho parece no aceptar el papel de carente, de necesitado de la escuela, y por eso tropieza todo el tiempo, no tiene éxito, se ve enredado en las más absurdas situaciones. Al muñeco de madera le hace falta algo para ser verdaderamente humano: “no tiene alma, ni entendimiento, no se acuerda de su creador, camina sin rumbo y anda a gatas”[11]. Será castigado y amenazado de quedarse en su estatuto de muñeco de madera, si no procede de manera correcta, única forma de ganar el derecho a ser inducido, desde su materialidad de cosa a su especificidad de niño.
Así, una serie de experiencias formativas lo volverán responsable y entonces acepta “adolecer”; se vuelve un adolescente, es decir, un escolar —al menos de forma potencial—, pues la escuela actúa sobre esa carencia, la cual vendrá a cuidar y a llenar. Ya no caerá en tentaciones objetables desde el punto de vista moral, no buscará el placer fácil, no soñará con un mundo sin libros y sin profesores. Acepta definitivamente ir a la escuela, es decir, ser un buen hijo, un buen niño. Pinocho-muñeco da lugar a Pinocho-niño[12] y deja atrás su antiguo cuerpo: los restos inanimados del muñeco yacen, al final, en una silla. El Grillo Parlante ya no tendrá trabajo, pues Pinocho lo “internaliza”, efecto logrado sólo en relación con la escuela.
Quienes conocen la historia por la versión de Walt Disney —bastante distinta de la de Collodi— ignoran que el muñeco es un hombre, pues Geppetto realizó su labor con la intención de fabricar un muñeco de madera que bailara, hiciera esgrima y diera saltos mortales [30]. No en vano las primeras ilustraciones lo conciben con una incipiente calvicie.


A manera de conclusión (parcial)


Los cuentos estudiados pertenecen a momentos distintos:

-         De un lado, textos como los atribuidos a Perrault (o a los hermanos Grimm), eran tradiciones orales y no estaban pensados para un público infantil: niños y adultos escuchaban las mismas cosas y tenían más o menos las mismas lecturas[13]. Hoy, el uso de tales textos como si fueran para niños, en el ámbito de la literatura llamada “infantil”, contribuye a creer en la eternidad de la infancia.
-         De otro lado, Las aventuras de Pinocho se conciben en otra condición: cuando se afirma que Collodi empezó a escribir pensando en la psicología de los niños, es porque antes de ese momento no tenían una “psicología” distintiva, más allá de la que les correspondía por ser adultos pequeños... Y si el autor italiano comenzó a escribir teniendo en cuenta las costumbres y la manera de hablar de ellos, es porque antes sus costumbres y maneras de hablar se pensaban en función de aquellas que estaban en pos de aprender... Y si Collodi empezó a escribir pensando en sus bromas, es porque antes sus “escatologías” no habían sido consideradas como algo que les diera especificidad.

Si Collodi fue uno de los primeros en escribir de forma consciente para niños, se supone una época anterior sin literatura infantil, en tanto no había infancia. Es decir, se reconoce ese momento histórico como constituido ya por un ámbito para la infancia; ámbito explorable, por ejemplo, mediante una literatura que comience a serle propia.
De tal manera, Pulgarcito y Las aventuras de Pinocho parecen materializar, respectivamente, el antes y el después de la infancia y de la escuela (no en vano, entre Perrault y Collodi hay dos siglos: del XVII al XIX):

-         En la historia de Pulgarcito, no hay infancia, ni desde la perspectiva de los grandes, ni desde la de los pequeños. En términos de Piaget [1969:193], los niños tendrían una estructura mental idéntica a la del adulto, aunque funcionalmente fueran diferentes. Los niños no son iguales a los adultos, por supuesto, pero tampoco habitan un período especial de adolescencia, susceptible de ser llenada gracias al concurso de la escuela. Eso permite desplegar ciertas prácticas sociales que, vistas desde hoy, nos parecen anti-naturales. La escuela, vale la pena subrayarlo, no aparece en el cuento.
-         La historia de Pinocho, en cambio, se escribe en el marco del propósito de educar esa etapa de la vida. Ya no se trata solamente de distraer, propósito seguramente pertinente en otra época. El autor italiano trabaja no sólo en condiciones de existencia de la infancia (reproducida también con ayuda de la “literatura infantil” que él ayuda a crear), sino de una infancia unida a la idea de educar, de formar en la escuela. Cuando finalmente Pinocho acepta la falta, cuando internaliza la conciencia, es ascendido a ser humano y se somete a llenar dicha falta gracias a los buenos oficios de la institución escolar. Es cuando ya la moral va por dentro y, entonces, desaparece la función del grillo y el hada se vuelve madre.

Bibliografía

Álvarez, Alejandro [2003]. Los medios de comunicación y la sociedad educadora. ¿Ya no es necesaria la escuela? Bogotá: Magisterio-UPN.
Anónimo. Popol Vuh. Las antiguas historias del Quiché. Centroamérica: Educa, 1984.
Ariès, Philippe [1960]. L’enfant et la vie familiale sous l’Ancien Régime. Paris: Seuil, 1973.
Collodi, Carlo [1883]. Pinocho. Bogotá: Panamericana, 2001.
Freud, Sigmund [1915]. Introducción al psicoanálisis. Madrid: Alianza, 1969.
________ [1929]. El malestar en la cultura. En: Obras Completas, Vol. XXI. Buenos Aires: Amorrortu, 1990.
Gubern, Roman [2002]. Máscaras de la ficción. Barcelona: Anagrama.
Merani, Alberto [1980]. Educación y relaciones de poder. México: Grijalbo.
Perrault, Charles [1697]. Cuentos de antaño. Madrid: Anaya, 1983.
Piaget, Jean [1969]. Psicología y pedagogía. Madrid: Sarpe, 1983.
Quintana, Evangelista. Alegría de leer. Bogotá: Voluntad, s/f.
Zambrano, Marc [2001]. Pedagogía, educabilidad y formación de docentes. Cali: Nueva Biblioteca Pedagógica.




[1]    «Nos inclinamos a considerar equivocado lo que nos causaría displacer aceptar como cierto» [Freud, 1915:19].
[2]    Inicialmente, se hizo creer (con un fondo de ambigüedad) que el autor era Charles Perrault hijo (Darmancour). Pero cuando el libro se hizo más famoso, necesitó autor, y, mientras más prestigioso, mejor [Soriano, 1968:40]. Así, Perrault padre comienza a aparecer como inventor del género e incluso se le anexan cuentos de otros autores, escritos antes.
*    Las citas de Pulgarcito y de Las aventuras de Pinocho irán acompañadas de una cifra entre corchetes; ella indica la página donde se encuentra el texto, según la versión reseñada en la bibliografía.
[3]    «En 1745, John Newbery abrió en Londres la primera librería y editorial para niños, La Biblia y el Sol, y editaron gran número de obras. En 1751 lanzó la primera revista infantil del mundo: The Lilliputian Magazine». Enciclopedia digital Encarta.
[4]    Seudónimo de Carlo Lorenzini (1826-1890), florentino que se desempeñó como bibliotecario, soldado, periodista, funcionario, traductor —de Perrault, por ejemplo— y escritor.
[5]    «¡Pobre muñeco! ¡Tiene razón en no querer volver a casa! ¡Vete a saber qué paliza le daría ese animal de Geppetto!”. [...] “¡Ese Geppetto parece un buen hombre! ¡Pero es un perfecto tirano con los chicos! ¡Si le dejan entre las manos a ese pobre muñeco, es capaz de hacerlo pedazos!» [37].
[6]    «Con una lección más o menos seguiremos siendo igual de burros» [145]. Y qué dirá el maestro, pregunta Pinocho, y sus amigotes le contestan: «¡Deja que el maestro diga! Le pagan para que riña todos los días» [145]. Ante el reclamo de que su dedicación los hace quedar mal a ellos, Pinocho les pregunta qué debe hacer. Ellos le responden: «Debes aburrirte tú también de la escuela, de las lecciones y del maestro, que son nuestros tres grandes enemigos» [148].
[7]    “Educa al niño de hoy para no tener que castigar al hombre de mañana”.
[8]    En esto, el muñeco de madera no está solo: entre 1877 y 1890, su autor produjo series de cuentos educativos —para un total de siete volúmenes— sobre un personaje llamado Gianettino [Juanito].
[9]    Los primeros hombres del Popol Vuh —hechos también de madera— así mismo tuvieron su oportunidad; pero la desperdiciaron y fueron castigados por el Corazón del Cielo con un gran diluvio.
[10] «A mí me parece un buen chico, con muchas ganas de estudiar, obediente, cariñoso [...]» [164], dice un viejo del pueblo.
[11] Es la descripción del Popol Vuh sobre los primeros hombres: «[...] no tenían alma, ni entendimiento; no se acordaban de su Creador, de su Formador; caminaban sin rumbo y andaban a gatas. Ya no se acordaban del Corazón del Cielo [...] Fue solamente un ensayo, un intento de hacer hombres».
[12] Tal como los hombres de madera dan lugar a los hombres de maíz, éstos sí comprometidos con el culto a sus dioses.
[13] Los escasos libros para niños que existían en esta época eran abecedarios, silabarios, bestiarios o catones.

50 comentarios:

  1. ALICIA DELGADO OPINION: LECTURA 1
    ¿Qué es la infancia?
    Según Foucault “la infancia es una invención reciente que obedece a los parámetros con que se delimita y construye un modelo de niñez”, igualmente el psicoanálisis con Freud mira como “el infante al nacer, hace posible por satisfacer los numerosos impulsos e instintos que nos dominan, sin restricciones de ningún tipo”. Más tarde, influenciados por nuestro entorno, comenzamos a establecer una serie de normas y reglas para vivir en sociedad. Por lo tanto se puede dilucidar que la infancia es una construcción histórica que choca con la crisis de la modernidad.
    ¿Qué es la pedagogía?
    “Olga lucia Zuluaga la define como una disciplina que conceptualiza, aplica y experimenta los conocimientos referentes a la enseñanza de los saberes específicos en las diferentes culturas”. De igual manera cabe destacar que en la pedagogía existen otros objetos de saber cómo formación, educación, escuela, aprendizaje.
    Personalmente creo que es importante ver la pedagogía desde una co- construcción donde se explique el saber, las practicas, el conocimiento dándole un sentido de dominio a la práctica con el fin de convertir ese poder en un conocimiento discursivo
    ¿Cuáles son sus relaciones en el orden del poder y del saber?
    Creo que el lenguaje es un enunciado fundamental en las relaciones de poder y de saber puesto que en su uso puede ser un juego pero en el habla son las reglas, por eso el poder siempre es una relación. De igual manera en el lenguaje existen acciones las cuales son la manera de hacer las cosas donde se forman o gestan las reglas.
    Es aquí en esas relaciones de poder y de saber dónde le discurso se estrategiza, se habla.
    Pulgarcito- pinocho
    ¿De qué habla el autor?
    Aborda la infancia y la educación a partir de los cuentos infantiles, Pulgarcito y Pinocho además da a conocer el malestar del funcionamiento de la vida actual, se revisa como se están educando los infantes, la educación tradicional y las connotaciones que tienen los adultos según la época en que se vive, al igual que la moralidad. Por otro lado el autor posee grandes componentes analíticos desde una perspectiva psicológica, con cimientos de Freud y Lacan etc.
    ¿Qué afirma o sostiene?
    En la historia de Pulgarcito no había que cargar con el peso de ser infante, la niñez no era consumida por la escuela. En el cuento de Pinocho se plasma una educación del niño desde antes de nacer, sometiéndolo a responsabilidades y con una buena conducta.
    Además se da a conocer como la escuela se convierte en el medio para que el infante, sujeto que carece de control propio, sea corregido.
    ¿Cómo entiende a la infancia?
    “La infancia es algo objetivo, está allí, siempre ha sido así y siempre lo será”, por eso de la debe entender cómo un desamparo producto de un discurso y unas practicas que producen dicha ilusión. ¿Qué papel juega la historia?
    La historia ha sido crucial puesto que en cierta medida ha limitado la infancia y la educación, Bustamante mira esta historia de la educación desde una perspectiva evolutiva desde un proceso de cambio y transformación El efecto de la infancia y la educación están orientadas por una época, y una cultura, siendo así algunos eventos, procesos, gestados en la infancia y educación algo que para nuestro tiempo tiene un rechazo marcado ya que no se adecua al momento vivido o a le época que se vivencia


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    1. Que mas compañera, siguiendo los lineamientos del seminario, deseo pedirte que me aclares un poco lo que quieres decir con esta frase "la infancia es una construcción histórica que choca con la crisis de la modernidad."
      Gracias
      att Hans

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    2. Estimada Alicia, gracias por tu intervención.
      Voy a obviar, las definiciones iniciales, para centrarme en los comentarios al texto del profesor Bustamante.
      En él, no habla del malestar del funcionamiento de la vida actual, tampoco revisa cómo se está educando a la infancia hoy y tampoco menciona la educación "tradicional"", no se de donde te sale decir eso. <de igual modo, cómo la afirmación que haces en el siguiente párrafo: "...se plasma una educación del niño desde antes de nacer,..." (las comillas son mías)
      Cuando respondes ¿cómo entiende la infancia?, respondes con una cita que entrecomillas, pero que es usada por el autor para mostrar que precisamente no es así: sin embargo no la desarrollas, queda dicha entrada huérfana de argumentos.
      No afirma el autor que la historia haya limitado la infancia y la educación, y tampoco que ella, la educación en su historia sea "desde una perspectiva evolutiva..."
      En el último párrafo afirmas, niegas y afirmas: responde a una época, o no se adecua a una época?? que son son opuestas. en tal sentido, es necesario volver a leer el texto, pues no respondes a las inquietudes iniciales planteadas por pensar la infancia.
      Atentamente, Ximena Herrera

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  2. Planteo unas respuestas para tener un punto de referencia y al final del seminario comparar y enriquecer los conceptos.
    Qué es infancia?
    La infancia es la etapa de la vida del ser humano que se inicia en el nacimiento y se extiende hasta la pubertad y que poseen ciertas características que los hacen diferentes en forma de aprender, hablar actuar etc.
    Qué es pedagogía?
    Es un campo que tiene como fin buscar las estrategias, herramientas, metodologías para la educación, para que puedan desempeñarse en una sociedad desde lo social cultural y económico. La Pedagogía es la ciencia de la educación. Por extensión, la Pedagogía es el método para la enseñanza. De un modo genérico, el objetivo de la Pedagogía es planificar, analizar, desarrollar y evaluar procesos de enseñanza y aprendizaje. Pretende mejorar la realidad educativa en diferentes ámbitos: familiar, escolar, social y laboral. (Silva 2009)
    Relaciones de poder y saber
    El que tiene conocimiento tiene el saber y por ende tiene el poder; no mas se ve en las universidades un profesor investigador en búsqueda del saber, tiene mejor status y remuneración que un docente de aula; igualmente el que posee y sabe usar la información, la convierte en conocimiento, con grandes ventajas con respecto a aquellos que no lo manejan, se pude decir existe cierto y poder.
    De qué habla el autor?
    Del deber ser de la escuela, cuáles son sus oportunidades, las carencias; el propósito de la misma, que es el de educar
    Qué afirma o sostiene?
    La infancia siempre irá unida a la escuela y por tanto el acto de educar, resaltando la importancia que tiene para la vida y en la resolución de problemas de su cotidianidad, enseñarlos a pensar y fortalecer su ser en diferentes aspectos desde lo cultural, biológico, económico y social que el niño podría potenciar.
    Qué entiende por infancia?
    Idea de que la infancia es un producto de la modernidad; hace uso de algunos hallazgos para rastrear las ideas de la infancia y de escuela en la literatura. La infancia es un periodo donde los niños tienen ciertas particularidades, es un invento de lo que se ocupa la escuela haciéndola existir y atendiéndola, la infancia le da sentido a la escuela. Completa el planteamiento el autor diciendo, la infancia queda definida, de entrada, frente a la responsabilidad que puede brindarle la escuela a un niño; por eso tenemos el sacrificio del adulto por el niño para que estudie.
    Qué papel juega las historias?
    Las usa como una comparación de un actuar con y sin escuela, de la existencia o no de la escuela y de los comportamientos que se pueden dar con dos situaciones diferentes con dos “infantes”. En pulgarcito resuelve sus problemas y la escuela no es importante para ello en contraposición pinocho si necesita de la escuela para salir adelante y resolver sus conflictos.
    En Pulgarcito no piensan en los niños como incapaces, más bien reconocen en ellos el potencial del adulto, y no necesita de la escuela para idear y tomar decisiones acciones, el trabajo infantil soluciona el final del conflicto o convertirse como mensajero quitar al ogro sus riquezas En pulgarcito no hay infancia y escuela pues ya se les puede ver como adultos.
    En Pinocho se ve la necesidad de la escuela y de un acompañamiento, resaltando las ventajas de la escuela además de la relación estrecha entre infancia y escuela. Dice el autor se debe estudiar cuando no hay un auto-control del sujeto, condición buscada justamente por la escuela.

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    1. Teniendo como marco el seminario y la idea de leernos me surgen algunas interrogantes
      ¿La diferencia de los infantes con los demás los hacen menos capaces o a manera de ejemplo un adulto por serlo tiene más autocontrol que un niño?, ¿Podría esta forma de verlos llevarnos a verlos no como nuestros iguales sino como nuestros inferiores?
      En cuanto a la discusión sobre el concepto de pedagogía ¿Vale la pena seguir observando a la pedagogía como algo limitado a los ámbitos de la enseñanza-aprendizaje; es decir amarrarlo a un espacio determinado; esto con base en las ideas de Freire?
      Y por último a manera de reflexión que me produjo tu texto es la relación poder y fuerza opresora
      Att Hans

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    2. Estimada Margoth, gracias por tu intervención.
      El autor no habla del deber ser de la escuela, pone en tensión tal modo de ponerse frente a algo: algo debe ser así o de tal o cual manera. Tensiona y pone en cuestión la naturalización, de la cual surge el deber ser que se pone a funcionar de modo implícito y explicito. No lees lo que el autor escribe, lees lo que quieres y puedes leer. Es importante volver a leer, dejando en suspenso los tópicos personales para darle lugar a eso otro que en el escrito se muestra. de otro lado no hace juicios acerca de la escuela, ni positivos negativos, no está a favor de ella ni en contra. precisamente la Introducción del mismo, señala que eso es lo que no hará. La siguiente inferencia es imposible: .."la infancia queda definida, de entrada, frente a la responsabilidad que puede brindarle la escuela a un niño;..." por eso tenemos el sacrificio del adulto por el niño para que estudie. esta última afirmación no es lo que el autor señalará al respecto. En tal sentido, es urgente volver a a leer, para aclarar las contradicciones, permitiendo que el texto hable.

      Atentamente,
      Ximena Herrera

      Estimado Hans gracias por intervenir.
      Vale la pena al momento de interrogar a un compañero, iniciar problematizando aquello que quieres poner en discusión.
      Atentamente,
      Ximena Herrera

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  3. 1. ¿Qué es la infancia?

    El concepto de infancia, ha tenido una influencia histórica y cultural, y por ello se presentan diferentes concepciones de acuerdo a la época y el lugar. Para la sociedad occidental, la infancia es considerada un fenómeno biológico y social, que abarca un periodo que inicia en el nacimiento, pasando por la edad de dominio de la palabra y llega hasta la edad en donde se consolida el proceso escritural en la escolaridad. Hace referencia al primer periodo de vida de una persona, que por lo general llega hasta los doce años. Se presentan en ella, cambios tanto físicos como mentales, en los cuales el niño asimila estímulos y conocimientos de todo su entorno. La infancia es un periodo del ciclo de vida de un humano, donde se presentan las fases tempranas de su desarrollo, y por ello es muy importante, ya que de ella va a depender toda la evolución posterior del niño, en las dimensiones motora, de lenguaje, cognitiva y socio afectivo.

    2. ¿Qué es la pedagogía?.

    Es un concepto complejo y que varía en el tiempo y el espacio, y que por ello, se ha ido modificando a través de las diferentes culturas en nuestra historia. La considero como un proceso social, que se caracteriza por ser un modelo o una tendencia que tiene una sociedad, una institución educativa o un profesional de la educación, para planificar, desarrollar y evaluar los procesos de enseñanza y aprendizaje que se pueden desarrollar en una sociedad o comunidad determinada. Se espera que este modelo pueda mejorar la realidad familiar, escolar, social y laboral de un individuo y por ello de la sociedad en donde vive.


    3. ¿Cuáles son sus relaciones en el orden del poder y del saber?.

    Para abordar la respuesta, se hace necesario delimitar cada término presentado. El poder será considerado como la capacidad que se posee para hacer algo y el saber como el conocimiento que se tiene acerca de un terma, un problema, una disciplina o una ciencia, y que se presentan, los dos, en una determinada realidad social. Tanto el poder como el saber, pueden involucrar a un sujeto, a una sociedad o a una institución.

    Las relaciones que se plantean, hacen referencia a que la pedagogía es un medio para planear nuevas alternativas en los procesos de la educación, es decir, hacer nuevas preguntas, nuevos métodos y nuevos modelos, para encontrar respuestas originales al problema de cómo y para qué enseñar, sobre todo en el periodo de infancia de nuestros jóvenes estudiantes.

    La educación en la infancia implica, la creación y aplicación de nuevas pedagogías que permitan adquirir, asimilar y comprender (secuencialmente) una serie de conocimientos (saberes) que el niño va “absorbiendo” rápidamente.
    Tanto el hacer (poder) como el conocimiento (saber), son procesos inherentes que se desarrollan en los procesos formativos de nuestros niños, creando una interrelación directa en la pedagogía que se aplica en la infancia.

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    1. Compañera al leer tu texto en el marco del seminario se me ocurre preguntarte ¿que seria de la infancia si en el contexto de la posmodernidad la escuela desaparece?
      att Hans

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    2. Estimado Luis Alfonso, gracias por tu intervención.
      Lamento que no hubieras leído el mensaje que envié cuando apenas una compañera había hecho el primer comentario. Esas preguntas, invitaba yo a dejarlas en suspendo, sin perderlas de vista, en la idea de que el seminario aportará elementos para pensarlas e incluso tensionarlas y cambiarlas; pero sin contestarlas.

      Atentamente,
      Ximena Herrera

      Estimado Hans, gracias por tu intervención.
      Aprovecho tu pregunta, para señalar que el seminario y la discusión antes que nada irá en la comprensión de lo que se afirma, en este caso no habla de posmodernidad por lo que desborda la temática y reflexiones del profesor Bustamante.
      Atentamente,

      Ximena Herrera.

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  4. DE PURGARCITO A PINOCHO: SOBRE INFANCIA Y ESCUELA

    1. ¿De qué habla el autor?

    El tema de la lectura, hace referencia a esbozar, o como lo dice el autor, a rastrear, las ideas de infancia y de escuela en la literatura, comparando dos concepciones acerca de lo que es la infancia, a través de dos clásicos literarios, que fueron escritos en épocas diferentes de nuestra historia, uno en el siglo XVII (Pulgarcito) y otro en el siglo XIX (Pinocho).
    De acuerdo con lo expuesto, a través de la historia, el conocimiento que se posee sobre un término, palabra o fenómeno, como lo es el de infancia, es determinado por la realidad social y cultural del tiempo o época en la que se desarrolla.


    2. ¿Qué afirma o sostiene el autor?

    El autor sostiene la premisa que el concepto de infancia cambia a través de la historia y el contexto en el que se esté abordando. Dentro del texto, se menciona sobre la relación de los niños (la infancia) con los padres, con la escuela, con los valores, con lo económico y con su medio social. Se indica que estas relaciones no son las mismas que se idealizan en los cuentos, debido a las épocas y condiciones en las que fueron escritas.

    3. ¿Cómo entiende a la infancia?.

    El autor entiende a la infancia, como algo cambiante y en continua evolución, caracterizada por una necesidad de orientación y formación, que estaría basada en primera instancia en el hogar por parte de los padres, y en segunda instancia en la escuela.
    La escuela sería un medio que determinaría lo que es la infancia, en un antes y un después. Es decir, que la educación marcaría un cambio importante en el desarrollo de un niño, ya que al adentrarse en el mundo escolar, un niño adquiere ciertas habilidades, conocimientos y valores que le ayudaran a entender su mundo, desenvolviéndose mejor en él.

    4. ¿Qué papel juega la historia?

    El hombre y la sociedad cambian a través del tiempo, y por ello la historia, que estudia el pasado de la humanidad, influye notoriamente en la concepción que se tenga sobre la infancia. El conocimiento de los procesos de desarrollo de una persona, han cambiado, debido a la evolución física y mental que han experimentado. Un niño de nuestros días está influenciado por la ciencia y tecnología, factor que incide notoriamente en su desarrollo y en su relación con su familia, su entorno y su escuela.

    La historia, ha venido tratando a la infancia de diferentes maneras, y esto se ve reflejado en lo que las escuelas han entendido por este término. El niño de hace una década, no es el mismo de la actualidad, y por ello la escuela ha tenido que transformarse para aceptar un nuevo infante, lleno de expectativas, inquieto, curioso y que suele romper con los esquemas tradicionales de la disciplina, el orden y los valores.

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  5. excelentes aportes de mis compañeros, porque dan a conocer como la infancia tiene influencia en el ambito educativo y como la historia permite ver el proceso en el desarrollo pedagogico e infantil
    que opinan ustedes?

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    1. ¿Qué es la infancia?
      Es el periodo comprendido entre los 0 a 5 años en los seres humanos, es una construcción histórica que termina de ser elaborada en la modernidad pues antes de ese momento histórico, podría decirse que los niños no eran más que adultos por crecer, ante los cuales no existía la serie de sentimientos de protección que nos inspira actualmente. Pues ahora el concepto de infancia toma al niño como como un ser heterónomo que necesita cuidado y amor.

      ¿Qué es pedagogía?
      Es considerada como una actividad humana sistemática que orienta las acciones educativas, plantea principios, métodos, prácticas, modelos y maneras de pensar. Debe estar abierta a la experiencia, ser capaz de integrar su propia experiencia. Por ello requiere que sea tejida sobre la doble trama de la experiencia y la razón, que en consecuencia sea
      Perfectible, progresivamente especificable y revisable en toda ocasión... (Merani, 1980)

      ¿Cuáles son las relaciones en el orden del poder y del saber?
      El saber muchas veces permite acceder a un poder determinado. Es por eso que a los gobiernos les convienen que las masas sean ignorantes. De esa forma, al no saber, son más manipulables! un ejemplo claro de esto son los medios de comunicación la credibilidad de la gente; les da el poder de difundir algo que saben, pero que es controlado y manipulado y posiblemente masificado.

      ¿De qué habla el autor?
      El autor nos muestra el recorrido histórico de la infancia y la escuela y lo hace a través de la literatura ejemplificada en dos cuentos, los cuales nos presentan en Pulgarcito un infante que es considerado un adulto grande, en la cual el mismo resuelve sus conflictos a manera de supervivencia enfrentándose a circunstancias de la vida igual que un adulto. Y en Pinocho se ve un infante con necesidad de adiestramiento, es visto como un sujeto libre de normas, que no quiere ser regulado y controlado por la escuela.

      ¿Que afirma o sostiene?
      El concepto de infancia y la escuela como a través del tiempo es tomado por una sociedad que lo adapta, lo aplica y después lo transforma de acuerdo a las necesidades de un contexto el cual involucra la familia, el estado para su regulación y control.


      ¿Cómo entiende la infancia?
      Periodo cambiante, está preso de satisfacer numerosos impulsos e instintos que nos dominan; más tarde comenzamos a establecer una serie de normas y reglas para vivir en una sociedad que nos acompañara el resto de nuestra vida y que de acuerdo a como ese periodo sea vivido se verá reflejado en un adulto seguro, útil o inseguro o vulnerado para una sociedad.

      ¿Qué papel juega la historia?
      Nos muestra la importancia de construir diversos aspectos históricos, literarios de una sociedad desde las tradiciones, lo cultural, lo cotidiano que sucedieron en una sociedad y época determinada, también nos da la capacidad de evaluar lo sucedido y tratar de hacer mejor lo que venga.

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    2. Con base en el texto de la compañera Soraya y en el contexto de leernos en el seminario, me surgen dos cuestionamientos:
      ¿Es la pedagogía algo exclusivo de la "acciones educativas"
      ¿Podría ser que el objetivo de quienes tienen en este caso los medios de comunicación no sean mantener ignorantes a las masas sino invisibilizar ciertos tipos de saber?
      att Hans

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    3. Estimada Alicia, gracias por tu intervención.
      En ninguna parte del texto el autor habla de ámbito educativo y menos que este es influenciado por la infancia, Lee de nuevo por favor.
      Atentamente,
      Ximena Herrera

      Estimado Luis Alfonso, gracias por tu intervención.
      Si bien, logras ver claramente de que habla el autor, inmediatamente después, señalas que se habla de infancia y su relación con ...los valores, no, de eso no habla el profesor Bustamante. De otro lado, señalas que "Se indica que estas relaciones no son las mismas que se idealizan en los cuentos, debido a las épocas y condiciones en las que fueron escritas", esto to es confuso, no es claro que quieres decir. Tampoco habla de evolución de la infancia de necesidades de orientación y formación, no habla del niño de nuestros días, o de la tecnología y la ciencia, urge volver a leer.
      Atentamente,
      Ximena Herrera

      Estimada Zoraya, gracias por tu intervención.
      No se de donde salen afirmaciones como: "El concepto de infancia y la escuela como a través del tiempo es tomado por una sociedad que lo adapta, lo aplica y después lo transforma de acuerdo a las necesidades de un contexto el cual involucra la familia, el estado para su regulación y control" y, Periodo cambiante, está preso de satisfacer numerosos impulsos e instintos que nos dominan; más tarde comenzamos a establecer una serie de normas y reglas para vivir en una sociedad que nos acompañara el resto de nuestra vida y que de acuerdo a como ese periodo sea vivido se verá reflejado en un adulto seguro, útil o inseguro o vulnerado para una sociedad" o "Nos muestra la importancia de construir diversos aspectos históricos, literarios de una sociedad desde las tradiciones, lo cultural, lo cotidiano que sucedieron en una sociedad y época determinada, también nos da la capacidad de evaluar lo sucedido y tratar de hacer mejor lo que venga".?
      Inferencias, ideas tuyas? Y si se trataba de hablar del texto del profesor Bustamante, por qué no hablaste de él?
      Atentamente,
      Ximena Herrera.


      Estimado Hans gracias por intervenir.
      Sigo sin leerte en torno al texto propuesto.
      Atentamente,
      Ximena Herrera

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    4. Maestra Ximena no se si existe alguna diferencia de tiempos entre lo que recibe usted y lo que ya hemos subido al blog, debo advertir que antes de leer y comentar el trabajo de los compañeros mi acercamiento al texto fue lo primero que adicione al blog dividido en tres partes, gracias
      att Hans

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  6. En relación con el documento del profesor Guillermo Bustamante: De pulgarcito a pinocho, se responder:

    ¿De qué habla el autor?
    El profesor Bustamante nos propone dos visiones que se han tenido del infante a través del tiempo y el espacio, las dos se oponen mutuamente; pero nos favorece el reconocimiento de la infancia como una categoría de análisis que a su vez es dinámica y la cual se encuentra amarrada a una serie de contextos y realidades tales como la escuela.
    El trabajo del profesor se centra en dos posturas acerca de la infancia, expresadas en dos textos literarios de distinta época, por un lado esta Pulgarcito y por el otro lado esta Pinocho. Durante el desarrollo del texto Bustamante nos hace un relevante análisis de las posturas del niño y su relación con el entorno y los demás. Y como esta relación nos da cuenta de una manera de ver a los niños.
    ¿Qué afirma o sostiene?
    Se pueden concluir varias afirmaciones del autor; pero en esencia la que considero a destacar es su interés por mostrar como la escuela aparece para resolver el “deber-ser” del niño, el cual como el mismo lo dice adolece de elementos; en otras palabras se ve al niño como un ser humano inacabado o más bien con demasiadas deficiencias en comparación con los adultos, posición que desde la razón de la modernidad es uno de los objetivos de la escuela.
    ¿Cómo entiende a la infancia?
    En esencia el autor reconoce a la infancia como una categoría de estudio, una posibilidad para centrarse en su comprensión y poder aportar en procura de una identidad propia, la infancia se ve como el producto de unos intereses externos a ella que buscan moldearla y conseguir unos propósitos determinados en pro de unos ideales modernos.
    ¿Qué papel juega la historia?
    Al parecer es claro como por medio de estos cuentos nos permite dilucidar la evolución y el posicionamiento que ha tenido la infancia en la sociedad actual, el reconocimiento del infante en cuanto se diferencia del adulto, comprender como en medio de contextos históricos la mirada del niño ha tenido distintos matices y por ende el papel de este ha sido diferente.

    PARTE 2/3
    Att
    Hans Santamaría

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  7. Interrogantes adicionales que me surgen
    • Es claro que los fundamentos que permiten el reconocimiento de la infancia están ligados fuertemente al nacimiento del pensamiento moderno, entonces ¿Qué cambios sufre la infancia con la crisis de la modernidad?.
    • El ver al niño como un ser homogéneo y que adolece de muchos elementos ¿Podría esta visión llevarnos a desconocer al niño como un sujeto capaz tal como lo vería Paul Ricouer?.
    • Al ver al infante como un ser que le faltan elementos ¿Podemos conocer algún ser humano de otra edad que este con todos los elementos que según algunos le faltan al niño?
    • ¿Cuál es la relación entre el pensamiento religioso y la manera de ver a los niños?
    • ¿Cómo entender las diferentes formas en que ve el estamento judicial al niño en Colombia y en el resto del mundo?

    PARTE 3/3
    Att
    Hans Santamaría

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    1. Estimado Hans gracias por tu intervención.
      Las preguntas son muy interesantes: en un primer momento podríamos preguntarnos de que modernidad hablas, por que ella ha sufrido transformaciones hasta que se empieza a hablar de posmodernidad, esto suponiendo que exista y que sobre ello haya consenso.
      Tanto la pregunta por el pensamiento religioso como el estamento jurídico y su relación con los niños -diríamos según la época- infancia, resulta rica en posibilidades e indagaciones. Por ejemplo con Ariés podríamos decir que el pensamiento religioso aportó desde la iconografía una historia acerca de las ideas de infancia que lo han recorrido: el niño como ángel y santo, el niño en su fragilidad, ternura e inocencia, el niño posible presa del demonio y del mal, etc.; el campo jurídico nunca ajeno a unas condiciones de posibilidad ha mirado, al infante de diversas maneras también, por ejemplo en tanto adulto se le castigo frente al delito, ejemplo de ello, en las escuelas, al no cumplir con los deberes escolares, ser díscolo e indisciplinado en exceso, fue juzgado como delincuente y recluido en instituciones para su corrección; o como la promulgación de os derechos del niño en el Congreso del niño adelantado en Lima en 1924, en el que los derechos estuvieron al lado de los deberes. En la actualidad esos derechos han producido una crisis escolar, puesto que han invisibilizando a los deberes escolares, olvidando que el infante en la escuela, tiene el rol de alumno o estudiante y que como tal, está obligado a cumplir con unos propósitos. Como ves son diversos los momentos, las fuerzas políticas y sociales que se ponen en juego ala hora de que un saber poder jurídico piense en la infancia.
      Tu segunda y tercera preguntas permiten asomarnos a lo que es el deber ser que el profesor Bustamante sitúa en el texto, a la entrada, pero que pocos han reflexionado sobre ello en este Blog. Utopía, proyecto de sujeto, Ideal moderno, en fin; apuestas, productos, fines a alcanzar, metas situadas en la perfección de lo humano y de las sociedad, que respondieron en su momento a unas formas de ser en el mundo y a su búsqueda por lo inalcanzable. Si, las formas de entender el mundo que han constituido prácticas, permean nuestras formas de ver el mundo, de allí que no resulte fácil despojarse de ellas para ver de otro modo, no desde el deber ser, del modo como están siendo posibles.
      Atentamente,

      Ximena Herrera

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  8. Preguntas generales a todos los textos

    ¿Qué es la infancia?
    La infancia como tal y tal vez recurriendo al escrito del profesor Bustamante es ante todo una construcción moderna que intenta reconocer una diferenciación en las etapa del desarrollo humano tanto en lo físico como en lo intangible, categorización que se ha hecho desde la medicina hasta la psicología. Es por lo tanto un universo para ser abordado y estudiado desde todos los campos del pensamiento.
    ¿Qué es la pedagogía?
    La pedagogía nos advierte desde sus raíces etimológicas que es una guia u orientación que se hace del niño; pero este concepto se ha acrecentado en el último siglo, dándole una connotación bastante amplia que nos permite reconocerla en distintos espacios y cargada de gran cantidad de elementos, es válido hoy en día hablar de la pedagogía del amor, la pedagogía del odio, pedagogía de la muerte etc. Es por lo tanto un concepto que ha trascendido de los espacios habituales que le dieron origen.
    ¿Cuáles son sus relaciones en el orden del poder y del saber?
    Es evidente que son muchos los autores que se han detenido a reconocer la relación entre el poder y el saber, entendiendo este último como un acumulado de las experiencias humanas, las construcciones mentales y técnicas que se suman con el trasegar del tiempo son fuente de poder, es ineludible sea desde la mera sociología o la misma psicología que el saber en sí favorece el poder,

    PARTE 1/3
    Att
    Hans Santamaría

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    1. Estimada Hans, Gracias por tu intervención.
      Les propuse en el correo enviado a todos que no contestaran las preguntas iniciales que el seminario puso a circular en la idea de que los textos, sus lecturas y reflexiones ayudaran a configurar o reconfigurar al final del mismo, las propias posturas; sin embargo vuelven a contestarlas. Es importante estar atentos a las instrucciones.
      De otro lado, agradezco a Hans sus participaciones atentas para cada compañero, sin embargo los invito a que antes de preguntar sitúen sus posturas en relación con lo que preguntan, siempre desde el texto, ni más acá ni más allá. (Si Hans, es posible que tus comentarios enviados al Blog, se hayan traslapado, apareciendo al final.)
      Voy a referirme a los comentarios que haces al texto del profesor Bustamante: 1/3
      Efectivamente, "El profesor Bustamante nos propone dos visiones que se han tenido del infante a través del tiempo y el espacio, las dos se oponen mutuamente;...", sin embargo esto que afirmas a continuación lo dices tu, no el texto: "...pero nos favorece el reconocimiento de la infancia como una categoría de análisis que a su vez es dinámica y la cual se encuentra amarrada a una serie de contextos y realidades tales como la escuela. En relación con el siguiente párrafo, si, "El trabajo del profesor se centra en dos posturas acerca de la infancia, expresadas en dos textos literarios de distinta época, por un lado está Pulgarcito y por el otro lado está Pinocho." aunque si revisas, el autor será reiterativo en diferentes apartados acerca de que en Pulgarcito, dadas las condiciones de la época, no hay infancia. Por otro lado afirmas que: "Durante el desarrollo del texto Bustamante nos hace un relevante análisis de las posturas del niño y su relación con el entorno y los demás. Y como esta relación nos da cuenta de una manera de ver a los niños. Me pregunto por cuáles posturas del niño y en relación con qué? pues el niño con voz propia no aparece en el texto. Me explico: es narrado por adultos, recuerda el apartado en donde señala que es más tarde con Pinocho, que podemos pensar la aparición de cuentos para niños. En la época de Pulgarcito no había ni literatura ni psicología; en suma, no había infancia, por cuanto podemos afirmar que el niño infante no tiene voz, como bien lo dices -y que lo afirma Bustamante- es una invención de los adultos.
      Respondiendo a la tercera pregunta, te contradices: "En esencia el autor reconoce a la infancia como una categoría de estudio, una posibilidad para centrarse en su comprensión y poder aportar en procura de una identidad propia, la infancia se ve como el producto de unos intereses externos a ella que buscan moldearla y conseguir unos propósitos determinados en pro de unos ideales modernos." En la primera parte apuntas elementos que el profesor Bustamante no esgrimió. como eso de "...poder aportar en procura de una identidad propia..." para luego señalar lo que si afirma, que su invención tiene propósitos de moldeamiento.
      En la cuarta respuesta, me parece importante señalar el cuidado al referirse a la infancia como sujeto que hace y deshace, posiciona elementos, cambia, etc., etc.,no, en tanto construcción social, la hemos definido, tensionado, pensado, es decir que ella no decide, se le ha definido a partir de fuerzas, poderes, saberes de modo distinto y no como afirmas: "Al parecer es claro como por medio de estos cuentos nos permite dilucidar la evolución y el posicionamiento que ha tenido la infancia en la sociedad actual,..." es el posicionamiento que se le ha dado a dicha categoría por intelectuales, académicos, etc. De otro lado y en esa misma frase, hablas de la actualidad de la infancia como un asunto del texto; si bien alude a la actualidad en algunos apartados está situado entre el siglo XVI y el siglo XVIII, así mismo, no dice que la evolución se haya producido de Pulgarcito a Pinocho, esa afirmación es asunto tuyo, es un modo de leer.

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    2. Estimado Hans gracias por tu intervención.
      Las preguntas en torno a la pedagogía, al poder y al saber prefiero situarlas algo más adelante en el seminario.

      Atentamente,
      Ximena Herrera

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  9. Ximena Herrera, muchas gracias por su aporte, tiene razon el autor no habla de ámbito educativo tal vez no me exprese bien, quería manifestar la influencia de la infancia en la educación. gracias

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  10. ¿De que habla el autor?
    En su escrito el profesor Bustamante nos habla de las concepciones de infancia a través de una revisión histórica basada en dos narraciones conocidas pulgarcito y pinocho busca rastrear la idea de infancia y escuela en la literatura.
    ¿Qué afirma o sostiene?
    Que antes como en la época del cuento de pulgarcito no había una noción de infancia como la que conocemos en la actualidad, que hay un antes y después de la infancia y la escuela, en el cuento de pinocho ya se ve reflejada esta relación, muestra a la infancia unida al propósito de formar en la escuela.
    ¿Cómo entiende la infancia?
    Como un periodo según lo descrito en el cual no se tienen ciertas capacidades de decisión que solo la ira aportando la escuela y esta es un producto de la modernidad.
    ¿Qué papel juega la historia?
    En el siglo XVI el niño era visto como un adulto pequeño capaz de enfrentarse al mundo como un adulto y en el siglo XIX se ve como un ser necesitado de sabiduría , carente de algunos atributos que solo la escuela puede llenar, por lo que la historia solo se ocuparía de hechos que ya ocurrieron en este caso las antiguas concepciones de niñez y del proceso de transformación que han tenido hasta nuestro tiempo.

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    1. Estimada Martha, gracias por la intervención.
      De acuerdo, solo que en la última respuesta la inferencia que haces acerca de la historia no es pertinente: por lo que la historia solo se ocuparía de hechos que ya ocurrieron.... ella no se desprende de la primera afirmación en esa respuesta. Urge revisarla.

      Atentamente,
      Ximena Herrera

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    2. En cuanto a la observación solo tome en cuenta lo enunciado en el texto frente a el cambio de concepciones a través de estos siglos, no tome el concepto de historia de manera textual ni quise quitarle la trascendencia que tiene , tal ves tuve una confucion si era literalmente historia o contenido de la narración que seria mi duda,

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    4. Estimada Martha
      gracias por tu intervención.
      Interesante la duda que te surge acerca de la historia y la narración, pues nos introduce en la pregunta por: ¿qué es la historia? y ¿qué son las narraciones? cómo son las relaciones entre ellas?
      atentamente,
      Ximena Herrera

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  11. DE PULGARCITO A PINOCHO: SOBRE INFANCIA Y ESCUELA
    1. ¿De qué habla el autor?
    El profesor Bustamante en el texto habla sobre las ideas de infancia y escuela a través de dos clásicos literarios: Pulgarcito y Las aventuras de Pinocho. Expresa allí, cómo se materializa el antes y el después de la infancia y la escuela debido al tiempo en que cada uno fue escrito, pues hay dos siglos de diferencia y se podría deducir que las condiciones culturales, económicas y sociales son distintas en cada época.

    2. ¿Qué afirma o sostiene?
    El autor del texto apoyado en Philippe Ariés afirma que la infancia es un invento reciente del cual se ocupa la escuela, de tal modo que la infancia es la que da sentido a la escuela y la hace existir, le da razón de ser, queriendo decir que sin una no hay la otra. Además sostiene que la infancia viene adherida a la escuela pues el camino de perfeccionamiento lo promete dar el conocimiento y los valores escolares.

    3. ¿Cómo se entiende a la infancia?
    La infancia vista desde el texto Pulgarcito no existía era una invención de los adultos por lo que los niños eran adultos pequeños; en cambio en Las aventuras de Pinocho la infancia se ve como la necesidad de adiestramiento y queda definida frente a la responsabilidad que puede brindarle la escuela a un niño.

    4. ¿Qué papel juega la historia?
    El papel de la historia es poder comprender los hechos y sucesos ocurridos a través del transcurso del tiempo porque las costumbres y maneras de hablar se piensan en función diferente de acuerdo a la época. En el caso de Pulgarcito dadas las condiciones el niño no aparece en el texto sino que este es narrado por un adulto y en Las aventuras de Pinocho, el niño es el protagonista con necesidad deformarse en la escuela.

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    1. Estimada Diana
      gracias por tu intervención.
      En la respuesta que das a cómo se entiende la infancia, más que la necesidad de adiestramiento, que será posterior, el profesor Bustamante muestra esta la urgencia por investir a pinocho de humanidad. Pinocho se hace humano, hijo de su padre, insuflando de vida al muñeco de madera parlanchín y problemático. Y lo hace en el momento en que acepta ir a la escuela, puesto que reconoce su carencia.
      Atentamente,

      Ximena Herrera

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  12. El autor hace una comparación a partir de los textos (pulgarcito y pinocho) de cómo es percibida la infancia y la escuela dentro de contextos históricos y culturales diferentes.
    Afirma, que a partir de la literatura se puede reconocer el concepto dado tanto a la infancia como a la escuela, con una relación de coexistencia denominando a esta última como medio para que el infante corrija su esencia de sujeto sin auto-control.
    Describe las intencionalidades de los cuentos, la concepción de infancia como deber-ser y la escuela como la transformadora de errores y vicios, el vehículo para hacerse parte de la sociedad.
    El autor hace referencia a la infancia como un periodo en el cual se es desvalido, carente de posibilidad y de habilidad; y es la escuela la responsable de corregir dichas falencias.
    Parte de las apreciaciones de Ariés , para quien “la infancia es un invento más o menos reciente, y que es papel de la escuela atenderla y hacerla existir”, se asume así ,que sin escuela no hay infancia.
    A partir de los cuentos se vislumbra el concepto y evolución en el concepto de infancia, y como se van involucrando tanto la psicología, como al lingüística; es a partir del análisis de estos como se observan ciertas representaciones inocentes y acciones ejemplarizantes, que traídas a una realidad actual pueden ser concebidas de manera diferente a las registradas en la narración.
    la infancia, tanto en su concepto, reconocimiento y proceso, ha sido determinada por la historia, por los sucesos sociales, políticos y económicos, es la historia quien ha asignado la semántica de la infancia de acuerdo a las necesidades y particularidades sociales; es la historia quien transforma necesidades familiares en crímenes, metáforas en leyes; es bajo la idea de revolución, pobreza, crisis donde quienes más han sido vulnerados, invisibilizados y agredidos son los infantes; es la historia quien registra niños apósitos, orfanatos, infanticidio y múltiples abandonos.

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    1. Estimada Angélica,
      gracias por intervenir.
      Si bien comprendes el texto propuesto, se cuelan afirmaciones tal cual son emitidas por instancias diversas en la actualidad -sin que medie de tu parte interogación-, es decir que con un sentimiento de la infancia actual, vuelves a mirar el pasado y lo juzgas de modo implacable al afirmar que: es bajo la idea de revolución, pobreza, crisis donde quienes más han sido vulnerados, invisibilizados y agredidos son los infantes; es la historia quien registra niños apósitos, orfanatos, infanticidio y múltiples abandonos. En esas épocas ello no era mal visto, no se consideraban los aspectos que tu consideras como descuido abandono, crimen. Dicho de otro modo, te contradices afirmando arriba que esa concepción de infancia es determinada por la historia, con la última frase, el mal ha estado siempre, evoluciona y se mantiene frente a la infancia desprotegida. Urge revisar y conversar sobre esto.
      atentamente,
      Ximena Herrera

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  13. DE PULGARCITO A PINOCHO: SOBRE INFANCIA Y ESCUELA
    1. ¿De qué habla el autor?

    En “Pulgarcito y Pinocho” el autor hace referencia a la idea de infancia y escuela, comparando dos concepciones acerca de lo que es la infancia a través de dos clásicos literarios, escritos en épocas diferentes de nuestra historia, Pulgarcito en el S. XVII y Pinocho en el S. XIX.

    2. ¿Qué afirma o sostiene?
    No se reconocía la infancia como etapa, con sus propias características y cualidades, no había un sentimientos de infancia, no por lo menos tal como lo entendemos actualmente.
    El autor resalta la aparición de la escuela y la infancia como un vinculo indisoluble, donde se evidencia una razón de coexistencia de las dos partes.

    3. ¿Cómo se entiende a la infancia?
    La infancia se concibe como un periodo de fragilidad, de seres desvalidos, incapaces, carentes de control propio e identidad. La escuela se da como un mecanismo necesario que va moldear, corregir y preparar al infancia para su desempeño posterior.

    4. ¿Qué papel juega la historia?
    La infancia ha sido tratada de manera diferente a lo largo de la historia. Pasa de estar muy tímidamente en la vida afectiva de sus padres y de ser incluso abandonados, sin haber castigo alguno ni remordimiento de parte de sus progenitores, a ser protegidos como una responsabilidad y obligación.
    De acuerdo con lo expuesto, a través de la historia, el conocimiento que se posee sobre un término, palabra o fenómeno, como lo es el de infancia, es determinado por la realidad social y cultural del tiempo o época en la que se desarrolla.

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    1. Estimada Nancy
      Gracias por intevenir.
      En la respuesta a la pregunta 4 lo que has afirmado se contradice, pues señalas que esa idea de infancia ha estado tímidamente en la vida afectiva de los padres, lo cual no es cierto, en ellos no existe un sentimiento de infancia como en Pinocho. Por lo cual ni la responsabilidad y protección de la que hablas pudo ser posible en ese momento. Cómo tampoco remordimiento de parte de ellos, ni castigo social para tales prácticas.
      Atentamente,
      Ximena Herrera

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  14. En el siguiente texto se hace un análisis acerca de la concepción de infancia y su relación con la escuela, el autor al retomar dos textos literarios escritos en diferentes épocas, en primer lugar deja entre ver que ´´infancia´´ es una categoría construida, que ha sido naturalizada con el tiempo, y que en respuesta surge la escuela, como mecanismo de control y atención a dicha población, encargada a su vez de instruir y formar niños ´´de bien´´; esta además de lo anterior generó ciertos imaginarios con respecto a los niños que asisten a la escuela y a los que no, siendo los segundos mediocres y propensos al fracaso, como lo indica en el cuento de pinocho. En segunda instancia muestra como el papel de los niños y niñas, al pasar el tiempo se ha ido transformando, conforme la relación niño-adulto lo ha hecho desde los cambios sociales y culturales que van surgiendo.
    Por otro lado el autor plantea una crítica sobre el ´´deber ser´´ de la educación, en la cual se basan la mayoría de las instituciones educativas, en su afán por plantear los propósitos a seguir, pero que tal si se planteara de otra manera, si se pensara más en la construcción social, si la escuela no fuera tan homogenizante, en tanto sus prácticas educativas, si se dejara más al ´´azar´´ como lo plantea Basil Bernstein, retomado por el autor, sin que esto indique que no se tenga una línea a seguir.
    La historia a lo largo del texto juega un papel importante, porque el autor la toma como referencia, para desplegar desde allí el desplazamiento que ha tenido la concepción de infancia, referenciando dos épocas diferentes, como lo fueron los siglos XVII Y XIX. Ese pasar del tiempo deja ver los cambios que han surgido en cuanto la manera de concebir la infancia, por la sociedad, por la familia, por la escuela y creo yo que hasta por los mismos infantes.

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    1. Estimada Katerine
      Gracias por intervenir.
      No es claro en el texto de profesor Bustamante, que la escuela surja como respuesta a la emergencia de la categoría infancia. La escuela, tampoco señala el autor, se ha encargado de instruir y formar niños de bien. Por otro lado tampoco diferencia niños de niñas. Los dos últimas comentarios permiten reflexionar sobre la dificultad de ver lo que está escrito, dejando el lente de lo que a cada uno nos ocupa en la Maestría especialmente.
      De otro lado, en el texto el deber ser no es criticado como señalas. Lo presenta funcionando en dos vías, que es distinto a criticar. Y no se detiene en prácticas educativas homogenizantes para citar a Bernstein y afirmar que ella sería la salida, es decir menos practicas educativas homogenizantes.
      Te pregunto: ¿es posible un sistema escolarizador sin homegenización en las condiciones actuales: políticas, económicas, sociales actuales?
      Atentamente,

      Ximena Herrera

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  15. 1.¿De qué habla el autor?
    El profesor Bustamante habla sobre las concepciones de infancia en dos épocas distintas, siglo XVII y siglo XIX, a través de dos relatos muy conocidos en la literatura: Pulgarcito y Pinocho, explicando el antes y el después de la infancia y de la escuela.

    2.¿Qué afirma o sostiene?
    El profesor Bustamante habla de la infancia y la escuela tomando como referencia los relatos de Pulgarcito y Pinocho. En Pulgarcito no se reconoce la infancia por lo que tampoco hay escuela. En cambio en Pinocho existe la concepción de infancia y de la escuela como la institución encargada de educarla.

    3.¿Cómo se entiende la infancia?
    La infancia es un producto de la modernidad, es un invento reciente, que le da sentido a la escuela, la hace existir y le da razón de ser. Sin una, no hay la otra.

    4.¿Qué papel juega la historia?
    La historia permite entender en qué momento la infancia es reconocida como tal y cómo la escuela toma sentido a través de ella. Con la historia también se entienden los cambios en las prácticas de concebir la infancia, por ejemplo en Pulgarcito se sacrifican los niños, pero ya en Pinocho se sacrifican los padres.

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    1. Estimada Diana
      Gracias por intervenir.
      En tu cuarta respuesta no es claro a que te refieres con sacrificio: de niños? de padres?
      De otro lado, te contradices al afirmar que: "Con la historia también se entienden los cambios en las prácticas de concebir la infancia, por ejemplo en Pulgarcito se sacrifican los niños, pero ya en Pinocho se sacrifican los padres". si no hay infancia en Pulgarcito no hay sacrificio de los niños.
      Atentamente,
      Ximena Herrera

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  16. Cordial saludo Profesora y compañeros,

    En los cuentos analizados por el profesor Bustamante, los conceptos de infancia y de escuela que se manejan, se perciben en una especie de recorrido histórico, desde la época en la que no existía el concepto de infancia (S. XVII) con Pulgarcito, pasando por otra época en la que ya se comenzaba a esbozar el concepto de infancia acompañado de la escuela (S. XIX) con Pinocho, perfilándose de esta manera la idea de la infancia en tanto producto que encontramos en nuestros días.
    En tal sentido creo que es de gran importancia, la contextualización histórica que nos ofrece cada cuento y su época. Al analizar el cuento Pulgarcito en nuestro momento actual, ya nos plantea el profesor Bustamante, nos encontraríamos con una serie de dilemas morales y éticos, dada la severidad de las actuaciones de los padres del niño, no obstante, si nos situamos en la época en la que tuvo origen, encontramos cierto tipo de “adiestramiento”, enfocado a las necesidades y exigencias éticas propias de esa época, es así como aparece una imagen de niño obediente, sumiso, sin rencores, que no juzga a sus mayores y que además es autosuficiente para defenderse ante los inconvenientes de la vida, evidenciándose un intento de formar, a los individuos de la época, para socializarlos con las necesidades y expectativas propias de la misma.
    En cuanto a Pinocho, dado que ya entra a jugar un papel protagónico la escuela, como salvadora de todas las torpezas del niño de madera, y que nos muestra un perfil un poco primitivo del individuo no escolarizado, nos encontramos frente a la institución que le da un sentido social, académico y cognitivo al individuo, que le salva de la “diferencia”, aquí comenzamos a encontrar la característica homogenizante de la escuela, dado que no se tienen en cuenta las características propias de otra especificidad, en este caso la de Pinocho, al ser un muñeco de madera animado. Del mismo modo, se perfila en esta situación ya un “deber ser” de la escuela como lo llama el profesor “el camino al perfeccionamiento”, dado que es lo que en este caso representaba la escuela.

    Parte 1 de 2

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  17. Por último, ya centrado en nuestros días nos encontramos con ese mismo “deber ser” de la escuela a la que el profesor Bustamante denomina; dispositivo, que atiende y da sentido al concepto de infancia, y que de hecho se dan sentido mutuamente. En este aspecto podría radicar el hecho de la percepción que se tiene de la escuela como ese lugar en donde se plantean los objetivos y propósitos que giran alrededor de lo que se espera de un individuo, lo que el profesor llama el “deber ser”, pero es este “deber ser” el que “naturaliza” ciertas prácticas de la escuela que tienen como objetivo arrojar resultados predecibles, restando importancia a lo eventual, tal como lo alude citando a Basil Bernstein.
    Determinar la escuela como dispositivo creo que nos enfrenta ante una realidad actual, teniendo en cuenta que un dispositivo, en general, es una parte de un conjunto complejo y que por su naturaleza cumple una función específica dentro de ese todo, siendo un poco más precisa, cito la definición de Foucoult :
    “Por dispositivo entiendo una suerte, diríamos, de formación que, en un momento dado, ha tenido por función mayoritaria responder a una urgencia. De este modo, el dispositivo tiene una función estratégica dominante [...]. He dicho que el dispositivo tendría una naturaleza esencialmente estratégica; esto supone que allí se efectúa una cierta manipulación de relaciones de fuerza, ya sea para desarrollarlas en tal o cual dirección, ya sea para bloquearlas, o para estabilizarlas, utilizarlas. Así, el dispositivo siempre está inscrito en un juego de poder, pero también ligado a un límite o a los límites del saber, que le dan nacimiento pero, ante todo, lo condicionan. Esto es el dispositivo: estrategias de relaciones de fuerza sosteniendo tipos de saber, y [son] sostenidas por ellos (Foucault,Dits et écrits, vol.iii, pp. 229 y ss)”
    Del mismo modo, la infancia en tanto producto de este dispositivo, es el resultado de relaciones de poder y por consiguiente está inscrito dentro de las lógicas y las dinámicas que le son propias a las mismas, de ahí el “deber ser” de la escuela que encontramos hoy en día, y sus discursos naturalizados. Finalmente, quisiera hacer alusión a la frase con la que el profesor Bustamante encabeza su escrito, mediante el cual, nos invita a contextualizarnos de acuerdo al momento histórico de cada relato y la razón por la cual en ese momento específico, estas tuvieron el impacto logrado (hasta nuestros días).

    Parte 2 de 2

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  18. Buenos días profesora y compañeros
    Una manera de mirar la infancia a través de los de Pulgarcito Pinocho
    ¿Qué es la infancia?
    La necesidad de la humanidad por educar el niño es muy antigua, pero el concepto de infancia como la concebimos hoy en día, es realmente un concepto moderno que se comienza a vislumbrar desde la época del Renacimiento en el siglo XV, con Erasmo que hablaba de la naturaleza infantil y Vives que manifiesta interés por la evolución del niño, y siguen diversos autores hablando del tema, entre ellos Piaget, quien dividió la infancia en etapas. Actualmente existe una demanda por la atención a los seres humanas de este periodo, al punto que la UNICEF en su definición, resalta la infancia como la época en la que los niños y niñas tienen que estar en la escuela y en los lugares de recreo, crecer fuertes y seguros de sí mismos y recibir el amor y el estímulo de sus familias y de una comunidad amplia de adultos. Es una época valiosa en la que los niños y las niñas deben vivir sin miedo, seguros frente a la violencia, protegidos contra los malos tratos y la explotación. Como tal, la infancia significa mucho más que el tiempo que transcurre entre el nacimiento y la edad adulta. Se refiere al estado y la condición de la vida de un niño, a la calidad de esos años. (UNICEF, 2005). Esta definición explica la relevancia y la preocupación no solo en el contexto internacional sino también en el ámbito nacional con políticas encaminadas a la atención del infante como son la ampliación en cobertura educativa, atención, cuidado, nutrición y salud, todas ellas, con el propósito de mejorar la calidad de vida de los niños y las niñas del país; sin embargo al Estado le falta mucho en la ampliación y seguimiento de estas políticas para mejorar la calidad de vida de los niños y las niñas en Colombia.
    Parte #1

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  19. ¿Qué es la pedagogía?
    A lo largo de la historia a la pedagogía no se le ha dado la importancia que merece, es por ello que es difícil hablar de si la pedagogía es una ciencia o una disciplina, la discusión es antagónica; personalmente prefiero definir la pedagogía como un conjunto de saberes que permiten el quehacer enseñanza aprendizaje en el contexto educativo, en donde el protagonista sea el infante, para ampliar esta idea me permito parafrasear a autores como Celestín Freinet, quien propuso una forma de entender la educación; propone una pedagogía basada en el niño, en sus posibilidades, necesidades y deseos.
    ¿Cuáles son sus relaciones en el orden del poder y del saber?
    Para Foucault, poder-saber son términos que se relacionan, que pueden ir unidos pero manteniendo sus diferencias. En la visión tradicional de la relación entre poder-saber, el poder aparece como un elemento negativo, coercitivo, restrictivo, que actúa por medio de presiones y engaños y cuyos errores son corregidos o eliminados por el saber que se opone a él. Según Foucault, poder-saber es una relación de fuerzas que no debe ser interpretada como negativa ya que el poder no se tiene, se ejerce. En este orden de ideas, la relación poder y saber, se establece en la medida que se utiliza el saber para seguir en el poder por parte de una determinada elite; sin embargo, también se puede determinar que el mismo saber se puede oponer al poder mediante el conocimiento, buscando la emancipación del yugo que genera el ejercicio de poder. Así mismo, se puede decir, si la educación conduce al saber, puede generar espacios que conduzcan a una sociedad más justa y equitativa.
    Parte # 2

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    1. Estimado Luis
      Gracias por intervenir.
      Les he propuesto en los correos enviados y en algunos comentarios a sus comentarios, arriba adelantados, que no respondan las preguntas del seminario. Por lo que no contestaré a tus dos primeras intervenciones. Me preocupa que no estén leyendo lo que va sucediendo en el Blog.
      Atentamente,
      Ximena Herrera

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    2. Muchas gracias profesora Claudia, estaré atento a su recomendación.

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  20. Pulgarcito- pinocho
    ¿De qué habla el autor?
    Menciona un compilado de la visión que se tiene de infancia y la educación, en determinadas etapas históricas o contextos de la humanidad, haciendo una comparación entre Pulgarcito, en una traducción del siglo XVII y Pinocho en el siglo XIX. El primero no tiene relevancia, el papel de la escuela donde a Pulgarcito se ve sometido a condiciones deshumanizantes como es el abandono, condición repudiada en la actualidad, donde se le vulneran sus derechos; sin embargo sale airoso de diversas situaciones y en el segundo cuento, se ve la importancia de cuidar al infante, prueba ello, es cuando el “papá” es tomado preso por sospecha de maltrato infantil.
    ¿Qué afirma o sostiene?
    Que el concepto de infancia es en realidad una concepción moderna y lo demuestra a través de cuentos como era la realidad de los niños y niñas con respecto a las condiciones de los niños en el siglo XVII hasta nuestros y XIX días
    ¿Cómo entiende la infancia?
    Entiende la infancia como una etapa relevante de la condición humana y como los autores de los cuentos de alguna manera quisieron hablar de ella, que no debía mirarse a los niños como adultos pequeños sino que se necesitaba una sicología de la infantil para comprenderlos como sujetos especiales que necesitan el acompañamiento integral del adulto para su desarrollo como persona.

    ¿Qué papel juega la historia?
    El papel que juega la historia es muy importante en la medida que muestra la realidad donde se plasman aciertos y desaciertos de la humanidad, en este caso la visión que se tiene acerca de la infancia en ciertas etapas, comenzando por Pulgarcito donde se veía normal sin ninguna retaliación legal, abandonar a los niños a su suerte, amparándose en la falta de condiciones para alimentarlo. Hoy en día esa situación es considerada amoral y seguida de una responsabilidad jurídica que recae sobre los padres que abandonan a sus hijos. En el cuento de Pinocho se observa como a los niños se les debe dar educación favoreciendo unas condiciones que antes eran desconocidas.
    Parte # 3 (final)

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  21. Buenos días a todos.
    El profesor Guillermo Bustamante en su texto de "De Pulgarcito a Pinocho", pretende presentar las ideas iniciales de un trabajo investigativo, en el que al igual que Aries, busca comprender los paradigmas bajo los que han sido visibilizados los ninos, en este sentido Aries lo hace a través del arte y Bustamante desde la imagen expresada en la literatura, e ideas claves como: 1. El concepto de infancia tal cual hoy la asumimos ha sido producto de una construcción permanente de los grupos sociales, es decir se evidencia el paso de una infancia no visibilizada, ni reconocida a un posicionamiento tal, que hoy se concibe como una etapa totalmente alejada de la condición del adulto (de adulto en miniatura a sujeto de derechos)
    2. Desde el lugar dado a los ni;os y ni;as se le asignan unas funciones y espacios específicos en los que le corresponde estar, estos también se modifican y transforman a la luz de los ideas imperantes en el momento, así por ejemplo, mientras el adulto trabaja y se esfuerza, el nino va a la escuela y se prepara.
    3. La infancia vista como un momento de espera, en la que se desarrollan y adquieren las habilidades y destrezas para llegar a la vida adulta

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  22. Vuelvo a leer y retomar los planteamientos del autor, donde toma como infancia un periodo durante el cual se adolece de atributos que pueden ser aportados por la escuela, siendo esta un producto de la modernidad y siempre en continuo cambio. Bustamante compara a través de los cuentos dos contextos, uno donde la escuela no se nombra y no aparece por ningún lado y en otro está presente.
    Con respecto a lo que cita Aries plantea que los niños presentan características y particularidades especificas que los hacen diferentes a los adultos, dejando de ser adultos en cuerpos de niños; como lo muestra el cuento pulgarcito los niños no se ven como carentes de algo y le delegan responsabilidades de adultos reconociendo potencialidades en ellos. En pinocho hace referencia a una primera aproximación a la infancia.
    Los cuentos rastrean la idea de aparición de la infancia y de escuela en la literatura. Enfatiza que antes solo se escribía para adultos, pero se evidenció el potencial con este tipo de cuentos que se ajustaron al uso de los niños con una escritura y lenguaje especial; aclarando que la ausencia de infancia se evidenció a partir de la inexistencia de literatura infantil. Finalmente hace un recorrido en la historia de la infancia a partir del antes y el después de esta y la escuela, comparando los dos cuentos, En pulgarcito no hay infancia y en pinocho se resalta el propósito de educar en la infancia.
    También refuerza la idea de que la infancia es un pretexto de existencia de la escuela, y que ésta a su vez actúa sobre la carencia de algo. Entonces me surge un interrogante a partir de la lectura ; todo niño debería estudiar en la escuela y por ello su infancia cambiaría?

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  23. Cordial saludo profesora Claudia Ximena.
    Con respecto a sus comentarios sobre que " señalas que "Se indica que estas relaciones no son las mismas que se idealizan en los cuentos, debido a las épocas y condiciones en las que fueron escritas", esto to es confuso, no es claro que quieres decir. Tampoco habla de evolución de la infancia de necesidades de orientación y formación, no habla del niño de nuestros días, o de la tecnología y la ciencia", es cierto que el autor no las indica en su texto. Sin embargo, las mencione como una oportunidad de dar una opinión personal, frente a los cambios que el concepto de infancia ha tenido en la historia, debido a las influencias que se generan en las distintas sociedades por los avances que experimentan estas, e incluso porque no decirlo, a los retrocesos que pueden tener. Es bien sabido, que un concepto evoluciona, muta y genera nuevas concepciones a la luz de el tiempo y el espacio, y por ello considere incluir estas ideas en el texto.

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  24. Marisol Moreno Rodríguez6 de marzo de 2015, 4:58 a.m.

    - ¿De qué habla el autor?
    Hace un análisis de dos cuentos “Pulgarcito” y “Pinocho” para mostrarnos el nacimiento del concepto de infancia y de la escuela como institución.
    Pulgarcito pertenece a un contexto medieval en donde no había infancia, los niños no eran importantes, donde no había derechos, se evidenciaba el trabajo infantil y los niños eran adultos pequeños que tenían potencialidades y habilidades casi como los adultos.
    Pinocho pertenece al contexto moderno a finales del s. XIX y ya aparece la necesidad moderna de poner y controlar a los niños desde la escuela con la intención de formarlos, volverlos sujetos adultos con el “deber ser” de la modernidad. Pinocho es toda una didáctica para que los niños entren en ese proceso.
    - ¿Qué afirma o sostiene el autor?
    El trabajo del profesor Bustamante tiene una intencionalidad metodológica. Es necesario diferenciar el juego entre lo natural, lo construido y lo normalizado. Lo natural es referente a la naturaleza, es eterno, incambiable, un deber ser; lo construido es histórico, es una creación humana, contextual, es perfectible, deconstruible y transformable y lo normalizado es el proceso que sigue lo construido en la sociedad (cambio, resistencia al cambio, adaptación y normalización).
    La escuela es una institución moderna y la infancia es el concepto para abarcar y poder controlar y cooptar a los niños. Con los años este constructo moderno se vuelve normal-natural regido ´por un deber ser y unos rituales inmodificables.
    - ¿Cómo entiende la infancia?
    Como un producto de la modernidad en donde no se tienen atributos los cuales deben ser aportados por la escuela.
    La infancia le da sentido a la escuela, es algo objetivo que siempre está ahí.
    - ¿Qué papel juega la historia?
    Nos sitúa en la época y la compara con la anterior. Pulgarcito es situado es del s. XVII de la sociedad y costumbres medievales, hablan de seres mitológicos, la infancia no existe, el niño es visto como un adulto pequeño sin importancia, la primacía es la fuerza, la capacidad y el poder, la vida es rural y el trabajo infantil se inclinaba más hacia lo agrario. Y en Pinocho se habla del s. XIX en la modernidad, en la revolución industrial en donde ya hay más conformación de ciudades y de industrias para trabajar; había muchos niños viviendo en las ciudades, en pueblos, la institución escuela es creada para “formar” (controlar) a estos niños descontrolados y con iniciativa.
    Nos permite un abordaje de la escuela no desde el “deber ser” (como una especie de avión donde el niño permanece y al salir ya alcanzó todos los propósitos) al contrario debemos abordar la escuela desde nuestro propio contexto y propias realidades, abierta a eventualidades y posibilidades; una escuela en caminos, en construcción, con resultados acordes a nuestras necesidades.

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  25. Una infancia diferente a la niñez, escrito que nos presenta dos personajes con búsqueda de identidad de su estado, como el autor lo menciona, Pulgarcito en un ambiente de pobreza absoluta, la iglesia implícita en el relato, el azar y prácticas de la época; pero en ningún momento se visibiliza la escuela ni la infancia, por consiguiente se identifica al personaje como un adulto en pequeño con las mismas posibilidades que cualquier mayor de edad para el momento.
    Se identifican los rasgos de sagacidad y recursividad como propios del adulto, sin darle el merecimiento propio al niño de esta posibilidad, de otra parte esto permite identificar que la escuela no era necesaria para resolver los problemas mediáticos de la vida, prima la experiencia sobre el conocimiento adquirido.
    En Pinocho, un personaje con todos los defectos identificados antes de su creación, un tronco parlanchín grosero, agresivo, ¿será esto infancia? – me parece que estoy haciendo un anacronismo- se deje ver claramente que la infancia es la necesidad de adiestramiento por parte de la escuela.
    Podría ser la infancia no tiene nada que ver con la niñez, el momento de jugar, de aprender y caerse sin miedo a levantarse y volverse a caer sin reprimenda alguna, - no como en el caso de Pulgarcito- pero al momento de ingresar a la escuela por gusto o por fuerza, esa infancia s convierte en niñez; buscando un adiestramiento de conductas preestablecidas –Pinocho- por un sociedad y es en ese momento que la simbiosis se hace latente para el educador pero imperceptible para el educando, que no comprende la transición de infancia a niñez.
    Pero a la vez los dos cuentos quieren asignar roles de adulto a infantes que no conocen el mundo, Pulgarcito la necesidad de labrar su propio destino y en Pinocho la oportunidad de una vida mejor por medio de la escuela.
    A modo de conclusión infancia, escuela podría ser mejores si tuvieran una trilogía, infancia, escuela y familia; la cual solo fue nombrada en Pulgarcito como herramienta de dominio religioso, sin rasgos de valor alguno y en Pinocho, la necesidad de crear para proyectar el “deber-ser”

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  26. Buen día profesora Claudia Ximena y compañeros:
    Los textos Pulgarcito y Pinocho, permiten analizar cómo los seres humanos a partir de problemas de la cotidianidad, construyen oportunidades para resolver necesidades. Es así como el texto Pinocho ejemplifica el proceso de conversión de un ser sin conciencia hasta lograr adquirir la categoría de hombre, teniendo que superar sus propios retos. No obstante, el surgimiento de la escuela y la infancia responde al compromiso de los seres humanos con los niños de formarlos capaces de interrelacionarse con la naturaleza, con el otro: en lo moral, lo intelectual y corporal. Pienso que no es casualidad que la escuela siga existiendo.

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